Embarazo Heterotópico y Cornual

Embarazo Heterotópico

– Embarazo heterotópico.

Se denomina embarazo heterotópico a la simultaneidad de un embarazo en el interior de la cavidad uterina y otro fuera de ella. Su incidencia varía entre ser relativamente frecuente, 1:1.000 – 1:1.500, cuando se emplean técnicas de reproducción asistida, o muy raro 1:20.000 hasta 1:80.000 cuando se presentan de manera espontánea. Sus factores predisponentes son la  enfermedad pélvica inflamatoria, uso de dispositivo intrauterino o de hormonales, cirugía pélvica previa o embarazo ectópico anterior.

Los factores de riesgo son: uso de anticonceptivos, de dispositivo intrauterino; enfermedad pélvica inflamatoria previa; administración de inductores de ovulación en casos de esterilidad o infertilidad. Cirugía pélvica previa o un embarazo ectópico anterior o endometriosis1,2,4,6,7. Existen reportes de pacientes sin factores de riesgo1,3 con una incidencia de 1:30.0003.

El tratamiento es principalmente quirúrgico, siendo preferente la vía laparoscópica; la laparotomía se reserva si hay inestabilidad hemodinámica. La técnica más habitual es la salpingectomía, de elección si existe rotura tubárica. Si se opta por una técnica más conservadora —como en casos de ectópico no complicado, menor de 2cm, localizado principalmente en la zona tubárica distal—, la salpingostomía se presenta como una opción terapéutica. El metotrexato sistémico estaría contraindicado, para así mantener la viabilidad de la gestación intrauterina. Otra alternativa, aunque poco habitual y ya en desuso, es la inyección local de cloruro potásico intrasacular.

Respecto al pronóstico, la tasa de pérdidas de la gestación intrauterina es alrededor del 35%.

Como conclusión, nos gustaría enfatizar que ante una ecografía gestacional de primer trimestre siempre se debería visualizar el útero y ambos anexos, porque aunque se trate de una patología infrecuente, se debe descartar la gestación heterotópica tras visualizar el saco intraútero, ya que éste es el único modo de obtener un diagnóstico precoz y una disminución de la morbilidad.

Embarazo cornual.

Ejemplo:   

El embarazo intersticial  es la implantación del huevo fecundado a nivel de la porción intersticial o intramural de la trompa de Falopio. Dentro de esta variedad el huevo puede implantarse en diferentes sitios con denominación diferente: 

Esquema de un cuerno uterino donde se señalan los diferentes tipos de embarazo intersticial (Tomado de Ramírez Olivella J. Embarazo ectópico Extrauterino. Obstetricia t 2. México: González Porto; 1943:176-205)
  1. Embarazo intersticial propiamente dicho: implantación del huevo en la porción intermedia de este fragmento de la trompa.
  2. Embarazo intersticial Tubo- uterino: implantación más hacia el ostium uterino, el huevo está cubierto de la mucosa tubaria y uterina, por su ubicación puede dilatar el ostium y terminar en aborto uterino.
  3. Embarazo Tubo-intersticial: el huevo se implanta más hacia el istmo, la interrupción del embarazo en este sitio es precoz.
  4. Intersticial intramural. Dentro del espesor del miometrio.

El asistente no especifica en qué lugar estaba situado el ectópico de la paciente, pero por la precocidad en que se interrumpió el embarazo y la forma de resolverlo con solo 3 puntos de sutura su localización era la tubo-intersticial (3).

Y esto lo fundamentamos en lo siguiente:

Embarazo cornual

El embarazo cornual, asentado entre el ostium proximal y la porción ístmica de la trompa, presenta unas particularidades anatómicas, que le hace comportarse de manera diferente a otras localizaciones.

Reposa sobre un mayor grosor de capa muscular, con gran vascularización proveniente tanto de la arteria uterina como de la ovárica y la rotura suele ocurrir más tardíamente que en el embarazo tubárico, entre la 8ª-16ª semanas, con consecuencias graves si no se realiza un diagnóstico precoz.

Aunque la cirugía laparoscópica es una opción válida de tratamiento, no ha sido comúnmente aceptada por las dificultades que entrañan la hemostasia y la importancia que tiene la experiencia del cirujano endoscopista. Hay autores que independientemente del momento del diagnóstico, del tiempo de evolución, de su rotura o no, no ven otra opción terapéutica que la cirugía abierta por la dificultad que puede entrañar la hemostasia. La laparotomía con resección de la zona de implantación del trofoblasto es la opción más utilizada. Si el diagnóstico se realiza precozmente el tratamiento médico con methotrexate sistémico o combinado puede tener sus indicaciones.