Estreptococo
SEPTICEMIA NEONATAL POR ESTREPTOCOCOS DEL GRUPO B
La septicemia por EGB es una infección bacteriana grave que afecta a los recién nacidos causada por la bacteria Streptococcus agalactiae, comúnmente denominada estreptococo del grupo B, o EGB. El recién nacido se puede afectar por transmisión vertical mientras atraviesa el canal del parto, apareciendo la infección de forma temprana entre el parto y los primeros seis días de vida. O bien en forma tardía, pasada la primera semana de vida, como infección nosocomial hospitalaria o adquirida de manera más rara por infecciones urinarias o neumonías.
La sintomatología que presente el recién nacido puede abarcar cianosis, apariencia ansiosa, dificultades respiratorias tales como aleteo de las fosas nasales, sonidos de gruñidos, respiración rápida, períodos cortos sin respiración, frecuencia cardíaca irregular (rápida o muy lenta), letargo, temperatura corporal inestable.
El diagnóstico se realiza mediante cultivos sanguíneos del recién nacido, cultivos de líquido cefalorraquídeo, tiempos de coagulación y cultivos de orina. Y su forma de tratamiento es mediante antibióticos vía intravenosa junto a asistencia respiratoria y oxigenoterapia
Es una enfermedad con una potencialidad mortal y de lesiones neurológicas severas por la meningitis, además de complicaciones como la Coagulación intravascular diseminada (CID) e Hipoglucemia,
PREVENCIÓN DE LA INFECCIÓN PERINATAL POR ESTREPTOCOCO DEL GRUPO B[1].
La infección neonatal por estreptococo grupo B provoca un cuadro clínico de sepsis, meningitis y neumonía cuyas consecuencias pueden extenderse más allá del periodo neonatal con pérdidas de audición o visión y retraso mental. En la actualidad se conoce y se aplica que la profilaxis antibiótica intraparto (PAI) con penicilina o ampicilina a las madres portadoras es altamente eficaz en la protección de recién nacido. Ante ello se realiza cribado vagino-rectal a las madres en las 5 últimas semanas de embarazo para predecir las que son portadoras y necesitan tratamiento en el momento del parto.
La administración de penicilina al recién nacido asintomático puede protegerlo frente a la infección cuando existiendo indicación de PAI esta no se realizó. Por ello se ha recomendado administrar al recién nacido en estos casos una dosis de penicilina G intramuscular durante la primera hora de vida.
Entre las Indicaciones del cribado vagino-rectal de EGB, se debe realizar en todas las gestantes preferentemente en la semana 36, incluso en aquellas embarazadas en las que se prevea una cesárea programada. Los cultivos se
deben repetir si han transcurrido más de 5 semanas y el parto aún no se ha
producido. No es necesario efectuar la determinación de EGB si existe un hijo anterior con infección neonatal por EGB o si se ha detectado la presencia de EGB en orina durante la gestación. En estos casos deberá administrase PAI. Cuando se haya realizado más de un cultivo, la actuación cara a la prevención de la infección por EGB debe ser consecuente con el resultado del último cultivo.
Siguiendo esta pauta, la PROFILAXIS ANTIBIÓTICA INTRAPARTO (PAI) ESTÁ INDICADA en los siguientes casos:
– Todas las mujeres identificadas por cultivo como portadoras vaginales o rectales de EGB en un cultivo realizado entre las semanas 35-37 de gestación
– Todas las mujeres en las que se haya detectado EGB en orina durante la gestación, independientemente del resultado del cultivo vagino-rectal, no siendo necesario practicarlo entre las semanas 35- 37.
– Todas las gestantes que previamente hayan tenido un hijo con infección neonatal por EGB, con independencia del resultado del cultivo vagino-rectal si este se ha realizado.
– Todos los partos con menos de 37 semanas de gestación en que no se disponga del resultado del cultivo.
– Todos los partos en que exista rotura de membranas superior a 18 horas cuando no se disponga del resultado del cultivo.
– Todos los partos en que exista fiebre intraparto (38°C o más) cuando no se disponga del resultado del cultivo. En este caso debe considerarse la posible existencia de corioamnionitis u otra infección materna.
– Mujeres a las que se les ha realizado una prueba molecular (PCR) intraparto de colonización por EGB y el resultado es positivo. Estas pruebas se realizan solo en algunos hospitales y habitualmente no están disponibles. Si al comienzo del parto una prueba rápida de PCR es negativa, pero existe algún factor de los indicados en los tres últimos puntos, está indicada la realización de PAI.
La PAI No estaría indicada en estos otros:
– Cultivo vagino-rectal negativo a EGB en la presente gestación practicado durante las 5 semanas previas al parto, aunque haya sido positivo en un embarazo anterior.
– Cesárea programada sin comienzo del parto y con membranas íntegras, aunque el cultivo a EGB haya sido positivo.
-Partos en embarazo de más de 37 semanas de duración con estado de colonización por EGB desconocido y sin factores de riesgo. En estos casos (no realización de cultivo, pérdida de resultados, etc.) que no son deseables y deben ser excepcionales, no se utilizará PAI y el recién nacido se someterá a observación.
– La observación del recién nacido no requiere necesariamente su ingreso separado de la madre. El alta hospitalaria del RN puede hacerse siempre que se cumplan todos los criterios de alta y no tiene que estar condicionada por la posible infección por EGB.
– El uso, en su caso, de profilaxis antibiótica para prevenir complicaciones infecciosas en las cesáreas no debe ser modificado por la presencia o no de EGB.
Algoritmo de los antibióticos recomendados para la profilaxis intraparto del EGB:
[1] El Estreptococo ß-hemolítico del grupo B (EGB) o Streptococcus agalactiae, es un coco grampositivo, anaerobio facultativo.