Incontinencia

Incontinencia Urinaria

INCONTINENCIA URINARIA (IU)

La incontinencia urinaria se produce cuando existe una debilidad en los músculos y tejidos que rodean vejiga y uretra que evitan el cierre completo de la uretra provocando escape de orina. Se calcula que en una población como la española afecta a dos millones de personas, y de estas un 50% son mujeres mayores de 60 años. La Asociación Española de Urología define la incontinencia urinaria como «cualquier pérdida de orina que sea involuntaria» .

Los tipos de incontinencia urinaria comprenden:

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de padecer incontinencia urinaria comprenden:

Dentro de los factores de riesgo el parto vaginal asistido mediante fórceps o ventosa se identifica como factor de riesgo para la IU postparto y se asocia con una mayor incidencia del trauma perineal, empleo de episiotomía y  aumento de las probabilidades en el desarrollo de IU al relacionarse con  trabajos prolongados de parto, macrosomia y presentación anormal del feto durante el parto. En un estudio de cohorte con 12679 mujeres primíparas se identificó que el 26% padecieron IU después de la entrega con ventosa y el 30% tras un parto con fórceps [1]. El daño que se produce, ya sea desgarro o lesión de las terminaciones nerviosas, después de un parto instrumental puede derivar en una lesión global que conduzca a una disfunción severa del suelo pélvico[2] .

El diafragma pélvico está constituido por los músculos elevadores (pubocoxigeo, puborectal, iliocoxigeo) y los músculos coxígeos y el diafragma urogenital sostenido por el músculo transverso profundo. Estos músculos se disponen en forma de embudo de sujeción formando la mayor parte del suelo de la pelvis. Los ligamentos interactúan con los músculos, presentando una función dinámica que supone, no solo un soporte mecánico sino además una parte fundamental del mecanismo de continencia urinaria.

INCONTINENCIA FECAL

Se llama así a la emisión accidental de heces o mucosidad por incapacidad para retener la deposición, haciendo que la persona defeque en la ropa interior o emita gases sin advertirlo ni poderlo impedir y conformando un cuadro clínico altamente perturbador y vergonzoso para la paciente. En la mujer joven el traumatismo durante el parto es la causa casi exclusiva del problema.

El intestino grueso o colon absorbe el agua y electrolitos de los alimentos digeridos que pasan desde el intestino delgado. Compacta el bolo alimenticio en forma de heces para su desecho y de ahí pasan al recto, última parte del intestino grueso también llamada colon sigmoide, desde donde son excretados al exterior a través del ano.

 El conjunto de músculos, ligamentos, esfínteres del ano y nervios del periné tienen como función mantener las heces en el recto, informar a la persona cuando el recto está lleno y evacuarlas. 

Los esfínteres son pequeños músculos circulares que se cierran como gomas elásticas alrededor del ano, constriñéndolo hasta que las heces estén listas para su excreción. Entretanto impiden su evacuación en una función idéntica a la que realiza en la vejiga urinaria el esfínter de la uretra para retener la orina.

Las pruebas que se realizan para su diagnóstico son:

Para su tratamiento se emplea una variedad de recursos que van desde la Estimulación eléctrica o neuromodulación, en la que se colocan electrodos desde los nervios sacros al ano y al recto y se estimulan con impulsos eléctricos. La persona puede encender o apagar el estimulador en cualquier momento. El procedimiento se realiza en un centro ambulatorio utilizando anestesia local.

Esfínter anal artificial, se coloca un manguito inflable alrededor del ano y se implanta una pequeña bomba debajo de la piel que la persona activa para inflar o desinflar el manguito.

Agentes volumétricos no absorbibles que se inyectan en la pared del ano para aumentar el volumen del tejido alrededor del ano. Los tejidos con mayor volumen achican la abertura del ano de modo que los esfínteres puedan cerrar mejor.

Como procedimientos quirúrgicos está la  Esfinteroplastia, la cirugía más frecuente para la incontinencia fecal, que vuelve a conectar los extremos separados del esfínter desgarrado por el parto.

Derivación del intestino, es una operación que desvía el extremo inferior del intestino delgado o colon a una abertura en la pared del abdomen donde se coloca una bolsa externa para recoger las heces.


[1] Wesnes SL, Lose G. Preventing urinary incontinence during pregnancy and postpartum: a review. International urogynecology journal 2013;24(6):889-899.

[2]EspuñaPons M, SolansDomènech M, Sánchez E. Double incontinence in a cohort of nulliparous pregnant women. Neurourol Urodyn 2012;31(8):1236- 1241.