Muerte Fetal Anteparto

Muerte Fetal Anteparto

Se define así aquella que acontece antes de la expulsión o extracción completa de su madre de un producto de la concepción, con independencia de la duración del embarazo.

Puede ser:

–  Muerte fetal temprana: comprende a fetos de menos de 22 semanas de gestación o de menos de 500 gramos. Se refiere por tanto a los abortos.

– Muerte fetal intermedia: comprende a los fetos de entre 22-28 semanas de gestación y/o peso entre 500-999 g.

– Muerte fetal tardía: incluye muertes fetales a partir de los 1.000 g de peso y/o mayores de 28 semanas completas de gestación.

En caso de muerte fetal siempre se debe realizar un estudio anatomopatológico de la placenta. Se ha demostrado que la prueba más importante para detectar la causa de la muerte es la necropsia fetal y el estudio de la placenta. En un análisis retrospectivo de 745 mortinatos, el examen placentario encuentra anomalías significativas en el 30% de los casos y cuando se realiza necropsia fetal en casos de fetos muerto sin causa, la necropsia revela la misma en un 30%. Del análisis de dos estudios prospectivos se deduce que los hallazgos placentarios confirman los datos clínicos y/o de la necropsia hasta en un 95% y son diagnósticos en un 23-46% de los casos.