Vaginosis
La actualmente denominada Vaginosis bacteriana, también Gardnerella Vaginalis, antes Haemophilus o Corynebacterium Vaginalis o Vaginitis Inespecífica, es una enfermedad de transmisión sexual producida por la gardnerella y otras bacterias aerobias y anaerobias[1].
Esta definición es controvertida y algunos autores[2] la consideran una infección multifactorial producida por la colonización por gérmenes aerobios y anaerobios, no forzosamente una infección de trasmisión sexual.
Respecto al carácter de infección de transmisión sexual la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia (AEGO) apela a la revista Sexualy Transmited Infection 2014;90(1):61-63 en un estudio por PCR de la flora vaginal demostró que las mujeres sin actividad sexual no se encontraba Gardnerella Vaginalis. Y al propio estudio observacional realizado por esta asociación en Madrid entre los años 1990 y 2005 en 1000 mujeres sin ningún tipo de relación sexual, donde en ninguna de ellas se encontró Gardnerella vaginalis. Ratificando que el contacto sexual es la vía de transmisión, y si el consorte no se trata es de esperar una alta tasa de reinfección. Otras vías de transmisión como objetos, duchas, toallas o trajes de baño, son poco probables, ya que el agente causal es muy sensible a la sequedad y su viabilidad depende de la presencia de humedad. La Gardnerella Vaginalis prácticamente no existe en mujeres sin contacto sexual.
La vaginosis bacteriana se relaciona con un sinnúmero de patologías ginecológicas y urinarias: rotura prematura de membranas, aborto espontáneo, corioamnionitis, endometritis puerperal, displasia cervical, infertilidad y con la Enfermedad inflamatoria pélvica después de practicar procedimientos invasivos como histerectomía, biopsia endometrial, histerosalpingografía o inserción de DIU. Igualmente se asocia a infecciones por Trichomonas vaginalis, Neisseria gonorrhoeae, Chlamydia trachomatis y VIH.
La presentación más frecuente es indistintamente picor, sensación de quemazón, flujo maloliente, con un OH entre 5-5,5, y malestar abdominal.
El período de incubación de la infección es posiblemente entre 5 y 10 días después de la inoculación. Cuando la Gardnerella infecta la vagina, dominará sobre el resto de las bacterias y el bacilo de Döderlein, perteneciente a la flora saprofita defensiva de la vagina es eliminado.
Para el diagnóstico inicialmente se empleaban los criterios de Amsel: PH vaginal elevado (>4.7), la presencia de un flujo de color gris, pegajoso a la vagina, olor a pescado, y la presencia de células clave (clue cells).
Hoy día mediante PCR permite estudiar el ADN de la bacteria Gardnerella vaginalis y hasta los 17 genotipos y subgrupos que hay hasta el momento de la misma bacteria.
El tratamiento recomendado es:
– Metronidazol 500 mg dos veces al día vía oral durante 7 días combinado con gel vaginal de metronidazol o clindamicina 1 vez al día 7 días.
– Clindamicina 300 mg vía oral dos veces al día 7 días combinado con Tindazol o Clindamicina óvulos. El tratamiento en mujeres asintomáticas pero en las que se detecta la gardnerella debe hacerse antes de proceder a cualquier procedimiento ginecológico invasivo como aborto e inserción de DIU con el fin de prevenir la enfermedad pélvica inflamatoria. Los Centers for Disease Control and Prevention de Estados Unidos recomiendan el cribado del VIH y otras Infecciones de transmisión sexual a todas las mujeres con vaginosis.
[1] Principles of Gynaecology 8ª edición 2014, Robert W.Kistner, Jeffcoate´s. Ginecología de J.A. Vidart Aragón y J.M. Jimeno García 1996, Obstetricia, Reproducción y Ginecología Básicas de F.Bonilla-Musoles 2007).
[2]Vaginosis bacteriana Daniel Romero Herrero, Antonia Andreu Domingo Servicio de Microbiología, Hospital Universitari Vall d’Hebron, Barcelona, España. Enferm Infecc Microbiol Clin 2016;34 Supl 3:14-8 – Vol. 34. Julio 2016